3. Boubacar Kamará (Olympique de Marsella)
A pesar de que está en uno de los clubes más inestables del fútbol europeo, Kamará se ha convertido en una de las pocas noticias positivas del club phocéen en las últimas temporadas. Un central que emerge en una crisis deportiva en el Olympique de Marseille, mostrando personalidad y potencial para ser uno de los centrales con más proyección de la Ligue 1.
Destacando por su rapidez al corte y la lectura del juego, Kamará afronta otra temporada en el OM con el objetivo de convertirse en el jerarca que lleva tanto tiempo anhelando el club. La debilidad que tiene Kamará es que sufre en el cuerpo a cuerpo pues su complexión es espigada y le falta chispa para anticiparse a delanteros de envergadura. Pero tiene 19 años y ha demostrado personalidad en momentos críticos, y poco a poco las carencias las puede superar con el paso del tiempo.
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