Ya en su etapa en el Barcelona, Josep Guardiola comenzó a transformar a jugadores en posiciones nuevas, buscando sacar el máximo jugo a cada futbolista siempre buscando aportar algo distinto al juego del equipo. Lo hizo con Mascherano, que lo terminó reconvirtiendo en central, y también con Philipp Lahm, al que llegó a situar en el pivote defensivo cuando su posición natural siempre fue la de lateral derecho.
Bien pues en el útlimo partido del conjunto citizen en la Champions League, Guardiola decidió que la mejor idea para recibir al Atalanta era hacerlo sin ningún central natural, a pesar de ser el club que más gasta en jugadores de esa posición.
El técnico catalán salió al partido frente al Atalanta con Fernandinho y Rodri de centrales, dos jugadores de perfil defensivo, eso sí, pero cuya posición es el centro del campo. Guardiola previó que los italianos no iban a apostar por un juego ofensivo y que jugarían a esperar a los ingleses para salir al contragolpe, por lo que sería mejor salir con dos jugadores más habituados a salir con el balón controlado para comenzar las jugadas desde la zona de recuperación y así llegar con más claridad al campo contrario.
No obstante, no pudo aguantar mucho con este planteamiento debido a la lesión del exjugador del Atlético de Madrid minutos antes del descanso, cuando el Manchester City ya estaba por delante en el marcador, que le obligó a dar entrada al partido a John Stones.
El tiempo dirá si esta nueva idea no se convierte en habitual cuando haya una gran diferencia entre dos equipos y más de un entrenador la ponga en práctica.
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